Medellín (Antioquia), 14 de mayo de 2015. Durante la Instalación del Primer Congreso Internacional de Reglamentos Técnicos, que se lleva a cabo en el Hotel Intercontinental de Medellín, el Superintendente de Industria y Comercio, Pablo Felipe Robledo Del Castillo, resaltó que la calidad y el cumplimiento de los reglamentos en el país es un tema de política pública de Estado y que es un imperativo de los empresarios velar por su cumplimiento. Robledo hizo referencia y puso como ejemplo que en mercados de Europa y parte de Asia se retiraron más de 18 millones de juguetes por no contar con reglamentos técnicos que pudieran garantizar la salud de los menores de edad.
El Superindustria también manifestó que los diferentes reglamentos que existen en el país se han hecho pensando en las personas y no en las empresas y que en los últimos 5 años el país ha avanzado en materia de su vigilancia con la creación de la Delegatura en el año 2011.
Durante la jornada se pudieron escuchar diferentes experiencias internacionales como las de España, Argentina, Brasil, Panamá, en donde los conferencistas como por ejemplo, Antón Elejabitia, Director de los Servicios de Inspección y Comercio Internacional de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) y Elías Cabrera, Director Nacional de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (ACODECO) de Panamá, resaltaron que muchos productos en especial de la salud, pueden tener riesgo de toxicidad y al no contar con su respectivo reglamento pueden poner en riesgo la salud de los consumidores, por lo que hicieron un llamado a las autoridades del sector para vigilar con mayor rigor algunos productos y artículos que están en el mercado.
Por su parte, Marcelo Dos Santos, Jefe de la División de Supervisión y Verificación del Cumplimiento (INMETRO) de Brasil, aseguró que en su país existen 1.800 organismos acreditados y su entidad realiza una actividad fiscalizadora en conjunto con la aduana brasilera en puertos y fronteras, enfocando sus esfuerzos en épocas especiales. “En Navidad, tenemos una operación especial para enfocar nuestra fiscalización en el tema de los juguetes con la participación de más de 4.700 personas”, dijo y recalcó que se han fiscalizado más de 84 millones de juguetes en un año.
Los expertos coincidieron en asegurar que los países están haciendo su mayor esfuerzo para prevenir que los productos que vienen de otros lugares puedan tener el menor impacto en la salud y medio ambiente y prever que los consumidores no estén expuestos a prácticas comerciales engañosas, por no contar con los reglamentos técnicos adecuados.
Finalmente, en el panel moderado por el Superintendente Delegado para el Control y Verificación de Reglamentos Técnicos y Metrología Legal de la Superindustria, Alejandro Giraldo López, analizó junto con los expertos internacionales la confianza que generan los productos certificados en el exterior. Al respecto, manifestó que la labor de vigilancia de los certificados que provienen del exterior se hace bastante difícil desconocerse los organismos que acreditan los productos importados. “Cuando el riesgo es alto, por ejemplo en el caso de los juguetes, el país debería exigir un certificado nacional. Dichos certificados deben vigilarse con lupa por ser una revisión documental, se trata de una confianza como importador, pero genera más confianza que haya una persona detrás de ese documento”, aseguró Giraldo.
Antón Elejabitia, de España, por su parte aseguró que si se hace un trabajo de evaluación en un país debería valerse en el país receptor. “La acreditación se hace producto por producto y hay momentos que se suspenden por parte de los organismos acreditadores, pero no todas las acreditaciones son iguales y las normas son interpretables”, concluyó.
¿Qué son los reglamentos técnicos?
Los Reglamentos Técnicos son disposiciones especiales que se imponen a productos que se comercializan diariamente en el mercado y que pueden afectar la salud de los consumidores. Es así, como vajillas, zapatos, ollas a presión, juguetes, pilas de zinc-carbón y alcalinas, neveras y refrigeradores, y cilindros de gas, entre otros, deben tener un certificado de conformidad otorgado por los organismos de acreditación, que velan por la seguridad de los consumidores de cada uno de estos artículos.