Para enfrentar el riesgo de barreras a la entrada, la SIC recomienda a la CRC que, en lugar de obligar al propietario a financiar las obras, se le exija realizar dos tipos de ofertas. La primera de ellas sería similar a la que contiene la norma propuesta, y les indicaría a los potenciales solicitantes el costo del arrendamiento en caso de que sea el proveedor el que asuma las obras. Una segunda oferta que prepararía el propietario, contemplaría los costos de arrendamiento en el caso en que sea el solicitante el que se encargue de financiar las adecuaciones (escenario en el que, previsiblemente, el costo de arrendamiento sería sustancialmente menor). Esta obligación de realizar dos ofertas tiene la potencialidad de exigir al proveedor de la infraestructura a hacer cálculos concienzudos para cada uno de los escenarios, y podría incentivar al solicitante a encargarse de las obras, dependiendo del diferencial entre las ofertas. Así mismo, podría facilitar la negociación de algún punto intermedio que resulte beneficioso para ambas partes.