En el sector tecnológico del diseño de fibras textiles y en general de materiales de intendencia sobre los que se incorporan los patrones de camuflaje para uso militar, se busca crear una ventaja táctica sobre la base del engaño visual que le permite a los miembros de la Fuerza Aérea colombiana confundirse con el entorno y de esta manera, pasar desapercibidos.
La idea de la invisibilidad y el mimetismo en los patrones de camuflaje no se basa en el hecho de que se logre la desaparición de las personas o de los objetos, sino en la posibilidad de cubrirlos con un material que le impida al ojo del observador detectar su presencia.
En la patente de invención otorgada por la Superintendencia de Industria y Comercio al Ministerio de Defensa y a la Fuerza Aérea colombiana, mediante la Resolución Nº 45884 del 10 de agosto de 2020, se concreta todo el resultado de este proceso creativo liderado por el Mayor Mora, un oficial de la Fuerza quien encontró en el desarrollo de un patrón de camuflaje, diseñado a la medida, la manera de lograr una identidad propia para todos los miembros de la institución con el uso de un uniforme que lleva impreso su sello innovador y, además, de resolver los problemas técnicos que se presentaban con el uso de los camuflados convencionales perceptibles al ojo del observador.
El nuevo uniforme elaborado a partir de una fibra textil sobre el que se incorpora el patrón de camuflaje, cambia de color de acuerdo con el ambiente en el que se encuentran los oficiales, suboficiales y soldados de la Fuerza Aérea.
Un mismo patrón dispuesto sobre un sustrato permite que el uniforme, las aeronaves y todo el material de intendencia de la Fuerza, tome diferentes tonalidades dependiendo del entorno en el que se encuentra, causando con ello una ilusión óptica. Esto se logra entre otras cosas con una nueva configuración de un único patrón de camuflaje, creado y desarrollado por el investigador, quien lo dispuso de forma tal que el micropatrón se repite y entrelaza causando que la luz se refleje de forma irregular bajo diferentes frecuencias de onda, con lo cual se presenta una menor reflectancia lumínica y el observador no logra detectarlo.
El micropatrón es una pequeña sección que se repite muchas veces dentro del patrón general de camuflaje y fue desarrollado mediante la aplicación de diferentes teorías del conocimiento sobre los colores, la biomimética, la física óptica, el estudio de los fenómenos de ilusión óptica y la neurociencia. Debido a la selección del color gris y sus diferentes tonalidades claras y oscuras, dispuestas bajo un micropatrón pixelado que al armonizarlo con líneas ondulantes diagonales, se presenta un conflicto de observación en el cerebro humano que le impide armar el rompecabezas del objeto y, en una fracción de segundo, sucede una ilusión óptica.
El tiempo que tarda el cerebro en identificar el objeto se concreta en tiempo de vida para los miembros de la Fuerza Aérea colombiana y garantiza la seguridad de las aeronaves, el armamento, los diferentes dispositivos aerotransportados y de todo el personal que presta seguridad en las plataformas, tanto en el día como en la noche. Esta capacidad de mimetizarse con el ambiente se logra con un único patrón de camuflaje tanto en entornos saturados de vegetación, como en zonas urbanas y del espacio aéreo, garantizando con ello la versatilidad del camuflado en los diferentes entornos operacionales en los que interviene la Fuerza.
Con el avance en el conocimiento y desarrollo de estos productos, la Fuerza Aérea colombiana demuestra que está preparada para atender todos los requerimientos de seguridad del Estado y, además, para este nuevo tiempo en el que la ciencia, la tecnología y la innovación marcan un mejor futuro para el país.