El Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) obtuvo el título de patente de invención por un material bioplástico biodegradable elaborado a partir del resultado de la exposición de la cáscara de maracuyá a la radiación solar mezclado con agua, lubricante y plastificante, y el proceso de fabricación del mismo. La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) concedió esta patente a partir de resolución 6925 del 18 de febrero de 2021.
La patente fue concedida porque el material bioplástico difiere de lo que se conoce en el estado de la técnica debido a la presencia del albedo (porcentaje de radiación que cualquier superficie refleja respecto a la radiación que incide sobre ella) de la cáscara de maracuyá. El material resultante presentó buenas propiedades mecánicas y su proceso de degradación tarda de 30 a 120 minutos si se sumerge en agua, siendo útil en el empaque y embalaje de un solo uso. Sumado a lo anterior, este bioplástico es susceptible de aplicación industrial, es decir, que el objeto de esta invención puede ser producido o utilizado en la industria.