- Revise que todas las piezas que componen la cuna (tornillos u otros accesorios) estén ajustados. Recuerde que entre más antigua sea la cuna, existe un riesgo mayor de que dichas piezas estén sueltas, rotas o flojas, o que la madera se arquee o encoja con el paso del tiempo.
- El colchón debe ser firme y bien ajustado a la cuna, evitando que queden espacios donde el niño(a) pueda resultar atrapado.
- Evite colocar las cunas o corrales cerca de las ventanas donde existan persianas, de modo que puedan acceder a los cordones, los cuales generan riesgo de estrangulamiento.
- Verifique que el espacio entre las barandas o barras no sea mayor a 6.03 cms, de esa forma evita que el cuerpo del niño(a) quede atrapado.
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- Las cunas con barandas móviles generan un mayor peligro para los bebés, dado que pueden desprenderse o soltarse fácilmente. Sus partes pueden romperse o deformarse, aumentado el riesgo que el niño(a) resulte atrapado.
- Cerciórese que las barandas o barras no estén flojas y que las de madera no estén agrietadas.
- Es importante verificar que todas las piezas funcionen sin problemas, y que los espacios laterales no queden sueltos o desenganchados.
- Resulta ideal que el somier sea de madera evitando la aparición de ácaros y posibles alergias.
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