En el contexto académico se produce diariamente un gran número de manuscritos que dan cuenta de las investigaciones científicas que se desarrollan en diferentes universidades alrededor del mundo. En este panorama mundial, surge la necesidad de que más allá del papel, la investigación básica pueda trascender hacia la aplicación del conocimiento en la búsqueda de solución para las problemáticas de las comunidades regionales y de esta manera aunar esfuerzos en busca de fortalecer el vínculo Universidad - Empresa - Estado - Comunidad.
Buscando el logro de este objetivo, los investigadores científicos hemos logrado diferentes desarrollos tecnológicos que pueden impactar positivamente para cerrar las brechas que se han abierto a lo largo del tiempo para las comunidades rurales de escasos recursos o en general para la protección de la vida y el medio ambiente, lo cual construye un tema que no pasa de moda, por ser necesidad latente y un reto permanente, no solo para la comunidad científica, sino también para los diferentes entes gubernamentales.
En el marco de la innovación tecnológica no deja de ser un reto la palabra misma “innovación”, pues nos indaga en lo más profundo de la tarea diaria, si lo creado en nuestros laboratorios o lugares de trabajo es en realidad novedoso o si por el contrario ya se ha realizado previamente, o en verdad lo que se ha logrado pueda ser un mejoramiento de un procedimiento o producto. Por supuesto, no es tarea sencilla la innovación, pues requiere además del conocimiento aplicado en el área específica de trabajo, el desarrollo de destrezas de búsqueda de información, a fin de establecer el estado de la técnica y su potencial para ser sujeto de protección de la propiedad industrial. Es allí cuando cumplen un rol fundamental los siguientes elementos: (I) el uso de herramientas para la búsqueda de patentes, (ii) la asesoría técnica y (iii) la asesoría jurídica para los procesos de solicitud de patente.
Estos tres elementos se han convertido en pilares fundamentales de apoyo, no solo para el investigador científico, sino también para inventor nato quien desde sus procesos empíricos y en la mayoría de los casos en la búsqueda permanente de soluciones a problemas cotidianos, genera relevantes desarrollos innovadores. Es así como en primera medida, la información que se encuentra en patentes concedidas a nivel mundial, además de una fuente de información inicial, también puede convertirse en un motor de nuevas ideas, las cuales se fortalecen con la capacidad intelectual del inventor. De igual manera, la asesoría tecnológica en el area específica de trabajo, fortalece de manera importante la generación de prototipos con potencial de patentamiento y, finalmente, la asesoría jurídica permite tener la fortaleza de la jurisprudencia en materia de protección de la invención.
Desde mi experiencia personal como investigadora, docente universitaria e inventora sea esta la oportunidad para reconocer el excelente desempeño de la Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia, la cuál se ha convertido en centro de apoyo fundamental en cada una de las etapas que involucran los procesos de protección de la propiedad industrial. Desde la estructura de esta entidad y dada la simplicidad que han logrado para la explicación de los procesos administrativos y el acompañamiento permanente al inventor, se logra disminuir el miedo a este tipo de actividades, lo que ha traído consigo el incremento de los procesos de presentación de solicitudes de patente en los últimos años, como lo indican las estadísticas nacionales.
Y es que en realidad los procesos de innovación son una ruta certera para la aplicación del conocimiento técnico o ancestral enfocado hacia la solución de problemáticas latentes que van en beneficio de comunidades o grupos específicos. Desde este punto de vista, la política del apoyo al inventor colombiano ha permitido lograr interesantes avances en materia de la protección de soluciones innovadoras, lo que se constituye en una fuente de credibilidad para los procesos que otrora se realizaban sin reconocimiento y de los cuales no se tenía una ruta específica de comercialización, o un conocimiento sobre su potencial.
El movimiento de protección de las invenciones a nivel mundial es lo que hoy en día le ha dado reconocimiento a diferentes potencias empresariales que fundamentan sus procesos de trabajo en invenciones únicas o registros de marcas específicas. De igual manera, los procesos de producción tecnológica y la obtención de patentes constituyen una de las fuentes de ingresos en los diferentes centros de investigación, empresas y universidades en el mundo entero.
En el escenario de la propiedad intelectual, pequeños personajes del día a día como el profesor, el trabajador y el estudiante, podemos convertirnos en fichas clave del ajedrez que constituye el inmenso reto de potencializar la calidad de vida por medio de las invenciones más o menos tecnológicas, según su grado de desarrollo en beneficio de las comunidades que más requieren de la transferencia del conocimiento. Lo anterior constituye un aliciente que nos mueve diariamente hacia el desarrollo de las tareas con un enfoque social.