Paula tiene $1.000 y desea comprar una barra de chocolate. En un mercado de libre y sana competencia este producto cuesta entre $500 y $600. Paula compra su barra de chocolate a $600 y con los restantes $400 decide comprar un refresco. ¿Cómo impactaría a un consumidor como Paula que los productores de chocolates fijaran el precio en $800? Esta práctica anticompetitiva afectaría a Paula y a su capacidad adquisitiva, pues estaría perdiendo $200, quizás se vería obligada a renunciar al consumo del refresco o incluso al de la barra de chocolate, en caso de que el refresco fuese indispensable para ella.